Querido hijo:



Te escribo esta carta para agradecerte el regalo que nos enviaste.
Nos alegra saber que aunque estés lejos te está yendo bien, a pesar de que trabajes tanto que no te quede tiempo para llamarnos por teléfono.
Te estoy escribiendo desde la computadora de tu hermano.
Vine a almorzar con ellos y traje una pasta frola para los chicos porque Diana nunca les prepara cosas ricas, pobrecitos.
Vine yo sola. La semana que viene le tocará a tu padre.
Acá está haciendo un frío tremendo y yo con mi reuma me muero de dolor. Ya cuando tengas mi edad vas a saber lo que es el reuma.

Gabriel, querido, tu regalo nos ha cambiado mucho la vida!! Justamente antes  de ayer hablábamos de esto con tu padre.
Ya no imaginábamos llegar a tener ahorros. Tus cinco mil euros nos dan la tranquilidad y la seguridad que nunca habíamos tenido.
Quedate tranquilo, que los guardamos en un lugar muy seguro.



Trabajando toda la vida, nunca logramos juntar dos mangos. Vos sabés bien que todo lo que cosechamos fue siempre para ustedes tres, para darles una carrera para que les sirviera para un futuro.
No me quejo, logramos que nuestros tres hijos estudiaran y se recibieran, como si fueran hijos de ricos.

El único que ha sabido sacar el jugo a su título sos vos, Gabrielito, aunque le hayas hecho caso a tu mujer y se hayan ido del país, yo estoy muy orgullosa de vos. Sos químico y trabajás de eso. No como tus hermanos que han hecho cualquier desastre con sus vidas.

Ricardo, como siempre, trabaja de la mañana a la noche para darle todos los gustos a Diana.
Dice que no quiere ejercer como abogado, que terminó la carrera para no tener que aguantar mis quejas, pero lo que a él le gusta es el comercio.
Fijate vos, si son cosas para decirle a una madre!!
Yo sé muy bien que esas cosas se las mete la fulana en la cabeza, pero qué le voy a hacer, no me queda otra que callarme. Una madre sabe callarse para cuidar la armonía en la vida de sus hijos, aunque sufra en silencio.



Hoy cuando estábamos comiendo no aguanté más y les conté de tus cinco mil euros de regalo.
La fulana se puso blanca como un papel y estuvo a punto de decir algo, pero tu hermano no se lo permitió. Le mandó una de sus miradas que congelan...
Sacá vos tus propias conclusiones!!

Vos sí que sos agradecido!! No como la guacha de Nora, que me llama cuando se acuerda y no se acuerda nunca.
Ni siquiera sé dónde vive, podés creer?? La última vez que llamó habló con tu padre. Le dijo que estaba en Roma, pero en unas semanas se iría a otra ciudad y todavía no sabía a cuál!!
Te parece justo lo que hace esta chica?? Tanto sacrificio para que me estudie el magisterio, y al final se dedicó a hacer lo que quiso con su vida!! No hay derecho!!
Como dice la tía Ñata: Cría cuervos!

Pero vos no, Gabito, vos sos el único bueno. Siempre fuiste el mejor hijo.
Lástima que estés tan ocupado que te puedas comunicar poco y nada con nosotros. Pero vos no te preocupes, que yo soy tu madre y te comprendo.
El tema lo tengo con tu padre, que se pone muy mal extrañando y piensa que te olvidás de él. Vos sabés cómo es tu padre!!
Pero hay que agradecer que está muy bien, para la edad que tiene se mantiene muy lúcido y activo.
Tiene las plantas más lindas que nunca. Claro, es que ahora está más tiempo en casa. Con la cuestión de tus cinco mil euros, ya no podemos dejar la casa sola. Vos viste cómo está la inseguridad acá.

Por eso es que nos turnamos y venimos de a uno a comer en lo de tu hermano: una semana yo, otra semana él.
También vamos de a uno a las reuniones del centro de jubilados.
La semana que viene se casa la hija de Martita y ya decidimos que voy a ir yo y diré que tu padre está con dolor de cabeza y listo.

Como te decía antes, tu regalo nos ha cambiado la vida. Ahora tendremos tranquilidad en nuestra vejez y debemos cuidarla.

Cuidate mucho, hijo querido, te mando muchos besos y todo mi amor. Saludos para tu mujer.

Mamá.





Ana Clara:

Creo que te va a sorprender recibir esta carta, pero hace tiempo que tengo ganas de comunicarme con vos y hasta estuve pensando que también vos debés querer conocerme.
Vengo pensando mucho en papá últimamente. Lo extraño, lo necesito, y la verdad es que ya se me fue la bronca.

Nunca tuvimos buena relación. Además de que él no estaba nunca en casa, siempre tuvo una actitud muy crítica hacia mí, muy exigente en todo. No había modo de darle el gusto. No había modo de dejarlo contento. Siempre pedía más, siempre esperaba más. 
Cuando yo deseaba una felicitación por las buenas notas, lo que recibía era su frase "no hacés más que cumplir con tu deber" o a veces la otra "lo que hacés lo hacés para vos, no para mí"
Y yo siempre traté de ser mejor para él, siempre me maté para demostrarle que merecía su cariño. Decía que él no me importaba, pero sí que me importaba, y mucho.
Heredé de él su pasión por la literatura, y también por el tenis. A veces me doy cuenta de que esas cosas que tanto me han molestado en él las heredé también, y eso me pone muy mal.

A pesar de que ya ha pasado casi un año no me hago a la idea de que esté muerto, sabés? Me parece que en cualquier momento va a llegar con su valija, como si nada. Se va a sentar en su sillón, y va a armar la pipa con esos gestos suyos tan definidos. Con ese ritmo tan preciso que nunca supe si partía de sus manos o de sus ojos. 
A veces siento el olor de su tabaco con su presencia y me lleno de alegría y a la vez de tristeza. 
Todavía no puedo perdonarlo. Ya se me fue la bronca, sí. Pero todavía no puedo perdonarlo.

Sueño con el momento en que te conocí, Ana Clara. El momento en que nos encontramos las dos, llorando sobre su ataud, llamándolo papá. Las miradas y murmullos de la gente. La huída de mi madre y de la tuya.
En sueños me vuelve la angustia, el no entender nada... las ganas de que viva para que vuelva a morirse. 
Fue encontrarme de pronto espejada en una hermana que además lleva mi nombre. A veces me río de eso, sabés? De lo turro que fue el viejo al bautizarnos igual. Sería para no correr el riesgo de  equivocarse?

Yo siempre había querido tener una hermana. Ahora cuando pienso en vos me pregunto cómo sería ser hermanas, darnos la oportunidad de conocernos, de compartir algunas cosas, qué sé yo.
Por eso te escribo, para invitarte a que nos encontremos, a que aprendamos juntas a dejar de ser hijas únicas, a encontar cosas en común, a contarnos cómo era nuestro padre, a ir juntas al cementerio tal vez. A que algún día nos podamos reír de todo esto.

Espero tu respuesta, hermana. 
Un beso.


Ana Clara.



Hija mía:

Ya me están por llevar pero yo pedí un tiempo para escribirte una carta y me lo han dado.
Quiero que mi ejemplo te sirva. Que si en algún momento de tu vida necesitases consejo, este sea siempre que persigas el amor, pase lo que pase.
La vida es muy corta, mi querida, como para no vivir un gran amor.

No me arrepiento de nada. Siempre pensé que hay que arrepentirse de lo que no se ha hecho. Jugarse por los sentimientos es lo más maravilloso que podemos hacer en esta vida, y es lo único que le otorga sentido a nuestra existencia.

Desde que lo conocí en la novela de la tarde que mi corazón saltaba de alegría con sólo verlo.
Lo acompañé desde ese momento con lealtad total, todas las tardes, fuera como fuera. Siempre pendiente de él, siempre esperándolo. Esperando que se diera cuenta de la falsedad de esas mujeres que decían amarlo. Esperando que se diera cuenta de que la única que sintió siempre amor verdadero y desinteresado hacia él, he sido yo.

Desde que te dejé al cuidado de la abuela... en mi vida pasaron muchas cosas, mi chiquita. Sólo Dios sabe lo que yo he sufrido y las vueltas que he tenido que dar hasta poder alquilar el departamento vecino al del amor de mi vida.
Cuando nos encontramos por primera vez creí que iba a desmayarme. Por suerte habló él, porque yo no pude decir ni una palabra.
Me pidió que no hiciera ruido en las mañanas, porque él dormía hasta el medio día.
Desde ese día me encargué de que el edificio entero estuviese en silencio por las mañanas, y mi hombre me lo agradecía siempre con esa sonrisa maravillosa...
Estos fueron los años más felices de mi vida. 

Para mi dolor, mi profundo dolor, no quiso escucharme nunca cuando le advertí a verdad sobre Susana Fernanda. 
La defendía! 
La defendía e insistía con que todo eso era ficción! De eso justamente se trataba, de la ficción que la muy bruja había montado con la ayuda de Clara Matilde. Mil veces le avisé que caminaba!! Que su invalidez era una cruel mentira para tenerlo atado a ella!!
Pero mi hombre tenía un alma tan pura e inocente que la defendía al verla en esa silla de ruedas.

Poco a poco fui logrando entrar en su vida, hacerme necesaria, que me otorgase confianza y me fuera conociendo. Poco a poco fui logrando que nuestro vínculo se hiciera más profundo y amoroso.

Cuando el encargado me contó que mi tarta de atún terminó siendo comida de sus gatos sentí un puñal que atravesaba mi pecho de lado a lado, te juro.
Con tanto amor que yo había cocinado, para que diera mi tarta a esos gatos!
El encargado trató de suavizar todo, y me decía que él adoraba a sus mascotas, que los quería como a hijos. Pero cómo va a darles a los gatos la tarta que hice especialmente para él? Eso no se hace!
Por eso, simplemente, me vi obligada a matarle.
Por eso y porque en el avance de la novela hablaban de su boda con la falsa paralítica... Yo no podía permitir ese matrimonio, entendés?
Yo no podía permitirlo.

Mientras corría su sangre por mis manos, él me regaló su última mirada. Esa mirada se ha quedado dentro de mí, como su sangre que bebí extasiada. Ya nadie podrá separarnos, entendés? Ya es sólo mío para siempre.

Bueno, mi querida hijita, ya me dicen que tengo que ir, así que terminaré esta carta.
Deseo que vos sí logres ser feliz. Que el hombre del que te enamores te corresponda.
Siempre ten presente: persigue al amor, que a esta vida venimos a ser felices.

Mamita.


Querida Estela:

Ayer murió la abuela.
Tuve que presenciar en la clínica la pelea a gritos entre mamá y la tía, por el anillo que la vieja llevaba puesto.
Luego en el departamento repitieron la historia, pero por unos collares, una estola y unos papeles que no sé bien qué eran.

Conocí a mi prima. Es tímida, callada. No sé, bah... Tal vez estaba tan asqueada de todo como yo y por eso no abría la boca.
Debe tener mi edad, más o menos. Como mucho tendrá catorce.

Sabés, tengo adentro la fotografía de mi abuela muerta... Se quedó con los ojos abiertos y la boca echando baba. Pobre vieja, morirse así. Todavía podría haber hecho cosas.

Cuidame el perro, Estelita, no sabés cuánto lo extraño.
Yo quería volver ya mismo, pero hay asuntos que arreglar y mamá y papá quieren liquidar todo ahora, así que creo que tenemos para unas semanas aquí.

Yo ahora voy al correo a mandarte esta carta y a dar una vuelta por ahí, a ver qué encuentro.

Acordate de cuidarme bien a Tomás, por favor. Si ladra mucho tenele paciencia, me debe estar extrañando también.

Cariños.
María José

Aviso

Estoy sin computadora y eso será por bastante tiempo.
Ni bien pueda retomar mis actividades blogueras se los haré saber visitándolos en sus blogs.
Les deseo muchas felicidades en las fiestas, que lo pasen lindo y en familia.
Besos a todos, hasta pronto.

Diego, mi amor:











La imagen es un fragmento de una fotografía de Robert Mapplethorpe



Estimado vecino del segundo D


De mi mayor consideración:


Lamento tener que comunicarme de este modo, dejando una carta por debajo de su puerta, pero actualmente no dispongo de señal de internet como para enviarle un mail.
Pienso que tocar su timbre en la madrugada no sería educado ni conveniente, aunque estoy seguro de que usted en estos momentos se halla despierto, navegando por la red.


Hace una semana que viene sustrayendo la señal de mi router. Cambiar las contraseñas no ha servido de nada ya que a pesar de saberse en evidencia siguió insistiendo en su delito.
Ahora directamente ha pinchado el cable de la señal de internet alevosamente.

Me considero un hombre paciente y de buena educación. En los años que llevo viviendo en este edificio nunca he tenido problemas por lo que yo preferiría resolver entre nosotros esta cuestión y no sentirme obligado a plantear el hecho en la próxima reunión de consorcio, además de hacer la denuncia correspondiente.

Sé muy bien que a usted nada le importa que se conozca su accionar, ya que en el año que lleva viviendo aquí ha cometido dos robos de electricidad y su estado de deuda en las expensas es moroso.
Pero tal vez le interese saber que mientras usted baja películas y sube a Facebook la foto de su chihuahua en la fiesta de haloween...



...su desatendida esposa intenta seducirme y llega a mi casa con las más variadas excusas y mínima vestimenta.



Si usted no repara el daño y mañana al regresar a mi casa no encuentro señal de internet en mi computadora, me veré obligado a acceder a los requerimientos de su señora y se sabrá que además de chorro es usted cornudo.

Sin otro particular, lo saludo atentamente.

Su vecino del segundo F