Ya me están por llevar pero yo pedí un tiempo para escribirte una carta y me lo han dado.
Quiero que mi ejemplo te sirva. Que si en algún momento de tu vida necesitases consejo, este sea siempre que persigas el amor, pase lo que pase.
La vida es muy corta, mi querida, como para no vivir un gran amor.
No me arrepiento de nada. Siempre pensé que hay que arrepentirse de lo que no se ha hecho. Jugarse por los sentimientos es lo más maravilloso que podemos hacer en esta vida, y es lo único que le otorga sentido a nuestra existencia.
Desde que lo conocí en la novela de la tarde que mi corazón saltaba de alegría con sólo verlo.
Lo acompañé desde ese momento con lealtad total, todas las tardes, fuera como fuera. Siempre pendiente de él, siempre esperándolo. Esperando que se diera cuenta de la falsedad de esas mujeres que decían amarlo. Esperando que se diera cuenta de que la única que sintió siempre amor verdadero y desinteresado hacia él, he sido yo.
Desde que te dejé al cuidado de la abuela... en mi vida pasaron muchas cosas, mi chiquita. Sólo Dios sabe lo que yo he sufrido y las vueltas que he tenido que dar hasta poder alquilar el departamento vecino al del amor de mi vida.
Cuando nos encontramos por primera vez creí que iba a desmayarme. Por suerte habló él, porque yo no pude decir ni una palabra.
Me pidió que no hiciera ruido en las mañanas, porque él dormía hasta el medio día.
Desde ese día me encargué de que el edificio entero estuviese en silencio por las mañanas, y mi hombre me lo agradecía siempre con esa sonrisa maravillosa...
Estos fueron los años más felices de mi vida.
Para mi dolor, mi profundo dolor, no quiso escucharme nunca cuando le advertí a verdad sobre Susana Fernanda.
La defendía!
La defendía e insistía con que todo eso era ficción! De eso justamente se trataba, de la ficción que la muy bruja había montado con la ayuda de Clara Matilde. Mil veces le avisé que caminaba!! Que su invalidez era una cruel mentira para tenerlo atado a ella!!
Pero mi hombre tenía un alma tan pura e inocente que la defendía al verla en esa silla de ruedas.
Poco a poco fui logrando entrar en su vida, hacerme necesaria, que me otorgase confianza y me fuera conociendo. Poco a poco fui logrando que nuestro vínculo se hiciera más profundo y amoroso.
Cuando el encargado me contó que mi tarta de atún terminó siendo comida de sus gatos sentí un puñal que atravesaba mi pecho de lado a lado, te juro.
Con tanto amor que yo había cocinado, para que diera mi tarta a esos gatos!
El encargado trató de suavizar todo, y me decía que él adoraba a sus mascotas, que los quería como a hijos. Pero cómo va a darles a los gatos la tarta que hice especialmente para él? Eso no se hace!
Por eso, simplemente, me vi obligada a matarle.
Por eso y porque en el avance de la novela hablaban de su boda con la falsa paralítica... Yo no podía permitir ese matrimonio, entendés?
Yo no podía permitirlo.
Mientras corría su sangre por mis manos, él me regaló su última mirada. Esa mirada se ha quedado dentro de mí, como su sangre que bebí extasiada. Ya nadie podrá separarnos, entendés? Ya es sólo mío para siempre.
Bueno, mi querida hijita, ya me dicen que tengo que ir, así que terminaré esta carta.
Deseo que vos sí logres ser feliz. Que el hombre del que te enamores te corresponda.
Siempre ten presente: persigue al amor, que a esta vida venimos a ser felices.
Mamita.